Bienvenidos a la web de SM sobre el Pacto Educativo Global


Bienvenidos
En septiembre de 2019, el papa Francisco comunicaba la invitación a sumarse a un «Pacto Educativo Global» (PEG), una alianza educativa amplia para “formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna.”
En SM nos sumamos al Pacto, le ofrecemos materiales y recursos para construirlo y le proponemos ser compañeros de viaje en el mismo.
Para SM, el Pacto Educativo Global es un camino privilegiado para cuidar la escuela. Y un camino que no podemos recorrer solos, sino con otros, juntos. Porque Juntos cuidamos la educación.
¿Hacemos Pacto?
¿Qué es el Pacto Educativo Global?
El PEG es una invitación para …

… reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones
renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente.

... unir esfuerzos para formar a personas maduras
capaces de vivir en la sociedad y para la sociedad.

… renovar radicalmente la escuela:
“emprender un proceso de cambio, inspirado en la cultura del cuidado, en la ecología integral, en la construcción de la fraternidad y la paz” (Mons. Angelo Vincenzo Zani).


El PEG no es una nueva causa hermosa a la que adherirse, ni menos aún un conjunto de recetas o un programa para implementar, sino un itinerario para la transformación: de la persona, de la sociedad y de la propia escuela.
En la escuela:
El PEG es un proceso de cambio centrado en la persona, en un sistema de relaciones y vínculos de fraternidad y bajo un marco de una ética del cuidado.
Además, plantea siete compromisos para la acción, que pueden agruparse en tres: poner a la persona en el centro, crear una red de vínculos y escucha activa, y establecer un marco de ética del cuidado.
Claves para construir el Pacto
Compromisos para la acción

Poner a la persona en el centro
- Poner en el centro del proceso educativo a la persona, su valor, su dignidad, su singularidad y su capacidad de relacionarse con los demás y con la realidad que le rodea.

Crear vínculos, escuchar al otro
- Escuchar la voz de los niños, adolescentes y jóvenes para construir juntos un futuro de justicia y de paz, una vida digna para cada persona.
- Fomentar la plena participación de las niñas y las jóvenes en la educación.
- Tener a la familia como primera e indispensable educadora.

Implicar e implicarnos (ética del ciudadano)
- Educar y educarnos para acoger, abriéndonos a los más vulnerables y marginados.
- Comprometernos a buscar otras formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso, que estén al servicio de todas las personas en la perspectiva de una ecología integral.
- Salvaguardar y cultivar nuestra Casa común, protegiéndola de la sobreexplotación de sus recursos y adoptando estilos de vida más austeros y responsables con las próximas generaciones.

Ventajas de adherirse al Pacto Educativo Global
Fortalece el sentido de la labor de la escuela en el mundo actual
En todos los tiempos, la labor de la escuela ha sido formar alumnos y alumnas competentes para actuar con eficacia y con sentido en el mundo que les ha tocado vivir.
En un mundo en cambio vertiginoso como el actual, la escuela sigue siendo fiel a su misión y hoy busca formar ciudadanos y ciudadanas competentes, capaces de interaccionar con eficacia en un mundo global, multicultural y digital, desde el horizonte del Bien Común y la construcción de sociedades fraternas, cuidadoras y sostenibles.
Impulsa el compromiso con la nueva aldea global educativa.
Adherirse al Pacto Educativo Global promovido por el papa Francisco significa comprometerse con una nueva aldea global educativa que, poniendo a la persona en el centro, transforma la escuela para mejorar el mundo.
Refuerza los horizontes de la escuela.
En el caso de la Escuela Católica, esta adhesión al Pacto refuerza los horizontes evangelizadores de la escuela, basados en la fraternidad, el espíritu de familia y la vocación de servicio. Es decir, el Pacto aporta a la Escuela Católica una perspectiva de sentido. Pero, además, el Pacto aporta una ventaja competitiva que complementa y aumenta el alcance de la perspectiva anterior.
Contribuye con respuesta a los tres grandes desafíos de la Escuela Católica.
Sostenibilidad y significatividad, o eficacia y sentido no son discursos excluyentes, sino que se refuerzan mutuamente. Podemos resumir en tres los grandes desafíos que enfrenta la Escuela Católica, que incluyen el sentido y la eficacia, pero también la educación inclusiva de calidad, porque la Escuela Católica no puede dejar de ser escuela:
Refuerza la respuesta a los tres grandes desafíos.
Aunque es necesario trabajar los tres desafíos simultáneamente, es importante cuidar el foco de la acción estratégica: no es fácil ser significativos si no somos sostenibles, y no es fácil ser sostenibles si no ofrecemos una educación de calidad. Por tanto, hay que cuidar la calidad y excelencia educativa y humana para llegar a impactar de forma relevante en las familias y en la sociedad.
Es una propuesta que trasciende
- Trasciende la teoría, y se orienta a la transformación práctica de las escuelas, y en concreto de la Escuela Católica. ¿Nos movemos?
- Aporta dinamismo para abordar y resolver los problemas urgentes y elevar la mirada a lo importante. ¿Confiamos activamente?
- Trasciende los muros de cualquier colegio y cualquier institución, llevándonos más allá, a salir al encuentro de otros para caminar juntos en proyectos compartidos. ¿Salimos?
- En buena sintonía con las grandes propuestas educativas actuales (OCDE, Incheon, ODS…) pero con la motivación radical del Evangelio, a realizar una pedagogía samaritana. ¿Se atreven?
- Precisa compañeros adecuados de viaje, con la misma mirada, la mismo misión y visión, el mismo gran proyecto. ¿Caminamos juntos?
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